Acero y honor,
Hierro y espada.
A la batalla por el honor
de mi amada.
Coreaban los guerreros
repicando con sus espadas.
Ya se acerca la hora
señalada.
Por fin se inicia la
batalla
y en el fragor de la
lucha
todo se torna rabia.
La sangre ya teñía el
campo de Honor,
los hombre recogían lo
que quedaba.
Un triste regreso
les aguardaba.
Hasta el inicio de la
próxima batalla.
Tana.