Hubo un tiempo en que me sentí perdida
lejos de tus brazos. Creí que el amor solo dependía de estar a tu lado y no me
daba cuenta de que tu solo te amabas a ti mismo.
Yo era una princesa y tu un
lobo solitario. Yo quería un castillo para poder amarnos, tú solo querías una cueva
en lo alto de una montaña para perderte en soledad.
Hoy soy yo quien corre libre por
el bosque aullándole a la luna la triste canción de un amor que no pudo ser y
tu andas perdido en tu montaña creyendo haber hallado la felicidad oculta en
sus tenebrosas cavernas.
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