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miércoles, 2 de enero de 2019

El Autor



Cual pianista tecleo, bellas y horripilantes palabras que conforman esta historia. Risas agónicas de traiciones y amoríos. Devaneo entre el bien y el mal; lo trágico y la comedia; la risa y el llanto.

Esta noche se ha perfilado un pequeño coqueteo entre vocablos de diferentes colores y géneros.

Y ahora que el sol reclama su lugar en el firmamento, dejaré caer mi pluma para sosiego de mi mente.

Descansa ya la mano del autor, que trae consigo la pesada carga de portar sobre sus hombros innumerables vidas.

A mis personajes, hoy les digo. ―No, no maldigáis a aquella que os otorgó vuestra existencia, lamentado vuestro tortuoso infortunio; pues en ella está el poder de alterar a voluntad vuestros insignificantes sinos.

Y tras mucho trabajar, heme aquí realmente agotada; así que, si me hacen la merced de desearme un buen descanso, porque lo que son buenas noches; esas ya se fueron al despuntar la madruga…