Hola mi querida gente maravillosa, se enfila la recta final de esta tarde de domingo; por lo menos en Málaga y pienso donde he puesto las gafas; ja, ja, ja.... Bueno no era exactamente eso, aunque después de pasarme horas delante del teclado para crear mis maravillosas historias a veces sienta la vista un poco cansada y use unas gafas de lectura, de esas para ver de cerca; en fin, eso no es de lo que iba a hablaros ¡por fin he encontrado las gafas! no, de eso tampoco.
Todo el día llevo pensando que hace mucho que no hago un post de esos llamados íntimos, en los que explico alguna cosa que me pertenece; por supuesto no hablo de mi vida privada, aunque sea inevitable algunas veces hacer alguna referencia para poneros en situación sobre acontecimientos en referencia a mi profesión; y de situaciones va la cosa. Hoy voy a hablaros sobre la empatía. Supongo que a estas alturas todo el mundo sabe lo que es la empatía, pero para refrescaros la memoria os pondré la definición exacta del diccionario: La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo; en pocas palabras ponerse en la piel de otro.
Nunca hablo de la forma de trabajar de otros escritores, cada uno tiene su método y siempre os doy mi punto de vista personal.
Creo que puedes dominar, la narración, el estilo, la gramática, pero si no eres empático lo tienes muy difícil. Os he contado en otras ocasiones que yo jamás planifico una novela, ni siquiera llevo una cronografía de la historia; quizás en alguna ocasión cuando un libro se hace demasiado extenso puede que haga algunas anotaciones para no dejar nada pendiente a la hora de cerrar la trama.
Y regresando al tema principal del post, realmente cuando escribo no solo me identifico con el personaje que esté llevando la locución en ese momento, sino que siento y pienso como él; si no fuera así sería incapaz de trasmitiros esa carga de emoción o sentimiento que él o ella este sintiendo, También debéis pensar que no es un solo personaje y en un dialogo debes ser capaz de cambiar a veces la percepción de lo que te rodea, en un solo instante,
Los lectores que siguen mi obra, una cosa que me suelen decir es que consigo que se metan mucho en mis personajes. Cuando los creo todos ellos son un poco yo; llevan algo de mí, aunque se trate de seres con personalidades y vidas muy dispares.
¿Alguien leyó Reflejos? Es mi última novela. Los que la hayáis leído sin duda conoceréis a Tony, la bella protagonista.
Reflejos es una novela que sorprende por todos lados, la protagonista tiene una vida regalada; muchos soñaríamos con ser ella, pero que pasa cuando tu vida da un vuelco y comienzan a suceder cosas misteriosas y un poco paranormales a tu alrededor. Por supuesto el amor está presente en la obra; siempre he pensado que el amor es la fuerza más poderosa del mundo y aunque no se me catalogue como escritora romántica, porque encasillarme en un género no es lo mio. En mis novelas encontrareis siempre un poco de todo, porque así entiendo yo la vida, como una mezcla de experiencias en las que nos suceden todo tipo de cosas.
Por último, quiero deciros que tengo algo apuntito de salir, pero eso para un próximo post donde os iré avanzando noticias.
¡Uf! Se ha hecho muy tarde y he de seguir trabajando para cumplir el plazo. El post me ha quedado un poco largo, pero ya se sabe cuándo los escritores nos ponemos, nos embalamos y no hay quien nos pare. Que tengáis un feliz fin de domingo y sed muy felices.
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